¿Sabías que algunos niños pueden necesitar nutrientes suplementarios? Podemos confirmar que la mayoría de los niños que consumen una dieta saludable no necesitan vitaminas y minerales adicionales o un apoyo nutricional en forma de cápsulas, comprimidos o jarabe. Sin embargo, algunos nutrientes pueden ser necesarios para aquellos que corren riesgo de sufrir deficiencias.

El objetivo principal de muchos de los componentes nutricionales en los niños es el apoyo del crecimiento. La nutrición infantil adecuada es fundamental para garantizar el desarrollo regular de los más pequeños. Esto significa que los suplementos alimenticios para niños ayudan a reforzar la salud de los más sanos, pero también favorecen el bienestar de los que tienen algún tipo de deficiencia o padecen afecciones inflamatorias del intestino, por ejemplo.

Ingesta de micronutrientes en niños sanos

Algunos estudios han relacionado la necesidad de comer en la infancia con una ingesta baja de micronutrientes. Sin ir más lejos, una investigación en la que participaron 937 niños entre 3 y 7 años encontró que la alimentación exigente estaba fuertemente asociada con una baja ingesta de hierro y zinc.

Se trata de unos minerales que tanto padres como hijos pueden adquirir mediante una alimentación sana y variada. En cambio, hay quienes siguen dietas restrictivas durante un largo período de tiempo, lo que provoca deficiencias de micronutrientes. Esto puede hacer que aparezca la necesidad de recurrir a los suplementos alimenticios como apoyo nutricional.

Cualquier niño sano debería incluir en su dieta habitual los siguientes alimentos o nutrientes:

  • Leche y productos lácteos como queso y yogur.
  • Mucha fruta fresca y vegetales de hojas verdes.
  • Proteínas como pollo, pescado, carne y huevos.
  • Granos integrales (avena y arroz).

¿Mi hijo necesita un suplemento vitamínico?

Hoy en día, los padres disponen de poco tiempo para elaborar platos ricos en nutrientes y completos para sus hijos, e incluso para ellos mismos. Por ello, se recomienda recurrir a suplementos multivitamínicos para niños a diario, con el fin de cubrir sus necesidades y apoyar su salud.

  • Es recomendable para aquellos que no siguen una alimentación equilibrada, a base de alimentos frescos e integrales.
  • Niños quisquillosos que no comen lo suficiente y suelen dejar parte de la comida en el plato.
  • Para quienes padecen afecciones médicas crónicas como asma o problemas digestivos.
  • Adolescentes que tienden a comer mucha comida rápida y/o procesada.
  • Niños vegetarianos o veganos, ya que sus niveles de hierro suelen ser bajos. En este grupo entran los que son intolerantes a la lactosa o, en general, siguen una dieta restringida.
  • Los suplementos para niños también pueden estar indicados para quienes beben demasiado refrescos carbonatados, que pueden filtrar vitaminas y minerales de su organismo.

En cualquiera de estos casos, se aconseja consultar con el médico antes de optar por un complemento nutricional. Un profesional de la salud que conozca el historial de tu hijo o hija podrá concretar la pauta que ha de seguir el niño en cuanto a alimentos y suplementación.

Las mejores vitaminas para niños

Las mejores vitaminas para los más pequeños

Los suplementos alimenticios no son exclusivos para adultos. Los niños también pueden recibir complementos vitamínicos que contengan vitaminas A, C y D todos los días. Es algo recomendable incluso para bebés, dependiendo de su situación, por lo que insistimos en la importancia de consultar con el pediatra o especialista que lleve la salud del pequeño.

Vitamina D

Conocida como “la vitamina del sol”. No es tan sencilla encontrarla en los alimentos, ya que está presenta solo en algunos pescados o en los huevos. Es habitual ver en el supermercado ciertos alimentos enriquecidos con este nutriente (mantequilla, cereales, bebidas vegetales, etc.), pero su contenido suele ser insuficiente.

La vitamina D se obtiene principalmente a través de la luz solar en los meses más calurosos, pero el cuidado de la piel de los más pequeños hace que no expongamos a nuestros hijos demasiado tiempo bajo los rayos UV. Por lo tanto, las gotas de vitamina D son una de las formas más eficaces y seguras de recibir este nutriente entre los niños.

  • Es recomendable para los bebés desde el nacimiento hasta el primer año, cuando están siendo amamantados. Se aconseja un suplemento diario entre 8,5 y 10 microgramos de vitamina D.
  • De cara a los que tienen entre 1 a 4 años, es preferible tomar un complemento que contenga 10 microgramos de esta vitamina cada día.

Vitamina A

Es posible que algunos niños pequeños no consuman esta importante vitamina. La deficiencia de la vitamina A puede repercutir en la salud inmunológica del pequeño. Además, es un nutriente que interviene de manera positiva en la visión y en el cuidado de la piel.

En este caso, algunos de los productos que más Vitamina A contienen son los lácteos, las zanahorias, el boniato, los nabos, los mangos o las verduras de color verde oscuro (espinacas, brócoli…).

  • Para bebés de 0 a 12 meses se recomiendan 350 microgramos diarios.
  • En cambio, los niños de 1 a 6 años deberían recibir hasta 400 microgramos de vitamina A al día.

Vitamina C

Se trata de uno de los nutrientes más beneficiosos para la salud en general. La vitamina C no solo interviene en el buen funcionamiento del sistema inmune, también apoya la absorción del hierro. Algo que no solo es muy importante durante la infancia, también en el resto de etapas.

Las mejores fuentes de vitamina C incluyen una gran variedad de frutas como naranjas, kiwi, fresas, tomates y verduras como el brócoli y los pimientos. Todos estos alimentos poseen un destacado efecto cicatrizante.

  • Desde el nacimiento hasta el primer año: 25 mg al día.
  • De 1 a 10 años: 30 mg al día.

Los mejores minerales para reforzar la salud infantil

Los suplementos vitamínicos son importantes para reforzar la salud de los más pequeños, pero en los herbolarios cada vez se venden más fórmulas minerales que favorecen el bienestar de los niños. Además, no debemos dejar a un lado la importancia de la fibra en cualquier dieta.

A pesar de que los niños son mucho más pequeños que los adultos, sus cuerpos también necesitan fibra para mantener un sistema digestivo saludable. Por ejemplo, un niño de 4 a 8 años, que puede estar comiendo unas 1500 calorías al día, necesita 25 gramos de fibra diarios.

Calcio

Es un nutriente esencial para fomentar el buen estado de huesos y dientes. De hecho, cuanto más hueso desarrolle tu hijo, más reservas tendrá cuando comience la pérdida ósea en los años posteriores. Puedes ayudar a tu pequeño mediante la suplementación con calcio, pero recuerda que hay varios alimentos naturales compuestos a partir del mineral: productos lácteos, salmón o col rizada, entre otros.

  • De 1 a 3 años: 700 mg de calcio al día.
  • De 4 a 8 años: 1.000 mg diarios.
  • De 9 a 18 años: 1.300 mg al día.

Hierro

Es un mineral que contribuye al buen funcionamiento de los glóbulos rojos, fundamental para transportar oxígeno por todo el cuerpo. Cabe destacar que las necesidades de hierro en niños oscilan entre 7 y 10 mg al día. Respecto a la adolescencia, la dosis debería aumentar hasta los 11 mg diarios. En el caso de las niñas que han comenzado a menstruar la necesidad es mayor, aproximadamente 15 mg.

Entre los alimentos que contienen hierro destacan: carnes rojas, frijoles, lima y soja. Existe una variedad de complejos nutricionales compuestos por minerales como el hierro, entre otras vitaminas y nutrientes que apoyan la salud general de los niños.

Suplementos alimenticios para el desarrollo y crecimiento de los niños

Como padres, es nuestro deber asegurarnos de que nuestros hijos tomen la cantidad adecuada de vitaminas y proteínas para mantenerse saludables. Tal vez, lo más complicado sea encontrar el mejor complemento para el crecimiento infantil. No debes olvidar que los niños en edad de desarrollo deben seguir una dieta variada, con una gama completa de nutrientes fundamentales para el bienestar de su cuerpo y la optimización de su crecimiento.

El problema más habitual con el que se encuentran los padres es la negativa del pequeño a comer ciertos alimentos saludables. Puede que las verduras, los purés y la fruta no sean las comidas más apetecibles para los niños, por lo que un suplemento puede ayudar a complementar su dieta, teniendo en cuenta que nunca debe utilizarse como sustitutivo de una alimentación equilibrada.

De cara a los nutrientes que contribuyen al aumento de la altura en niños, los más populares y eficaces son aquellos que incluyen los siguientes ingredientes: minerales como el hierro, algunas vitaminas, proteínas y grasas, entre otros. Si realmente te preocupa el crecimiento de tus hijos, debes asegurarte de que estén recibiendo la máxima cantidad de vitamina A. Otros de los beneficios de este nutriente pueden ser los siguientes:

  • Desarrollo de dientes, huesos y tejidos.
  • Reparación rápida de músculos en caso de lesión o dolor.
  • Crecimiento saludable de células de la piel y membranas blandas.

Control del peso en niños

Cómo ayudar a controlar el peso de un niño

Si tu hijo tiene sobrepeso, seguramente estés deseando ayudarlo a recuperarse. Esto no significa que tengas que seguir las mismas pautas que en los casos de adultos con sobrepeso, ya que los consejos dietéticos que mejor funcionan en los padres puede que no sean la mejor opción para reflejar en la dieta de nuestros hijos.

Los niños tienen sus propias necesidades nutricionales para un crecimiento y desarrollo saludables. Lo primordial es consultarlo con el pediatra, para que pueda garantizar que el niño va a adelgazar de forma segura y escalonada. Además, puedes seguir una serie de consejos que seguramente puedan combinarse con el plan dietético que organicen el profesional de la salud.

  • Un reto para toda la familia

En lugar de señalar a tu hijo, debes tener una conversación previa con toda la familia acerca de los hábito alimenticios saludables. Aprovecha la ocasión y sigue el proceso para toda la familia, sin distinciones, solo se trata de comer sano. Además, debes saber que los niños aprenden sus hábitos de los padres, por eso es importante predicar con el ejemplo.

  • Lento, pero seguro

Es aconsejable empezar con algo pequeño. No debes modificar la dieta de tu familia de arriba debajo de la noche a la mañana. Intenta realizar algunos cambios, poco a poco, ya que los ajustes pequeños y manejables tienen más posibilidades de interiorizarse y durar por más tiempo.

Por ejemplo, puedes comenzar por sustituir las bebidas azucaradas (zumos y refrescos); propón un desayuno más saludable, sin cereales refinados, pan blanco ni galletas, cámbialos por proteínas y cereales integrales sin azúcar; o limita las cenas fuera de casa en lugares que sirven comida rápida. Puedes optar por seguir uno de estos consejos cada semana, paulatinamente.

  • Comer en familia

Puede parecer banal, pero un estudio ha demostrado que cuando nos sentamos a comer en familia, no frente al televisor, la probabilidad de comer alimentos poco saludables se reduce un 20%. Por ello, es importante programar algunos desayunos, almuerzos o cenas familiares. Puede ser más integrativo si haces que todos participen en la planificación y preparación de las comidas.

  • Frutas y verduras

Se trata de alimentos que generalmente son bajos en calorías y altos en nutrientes. Los niños necesitan de 1 a 3 tazas de verduras y de 1 a 2 tazas de fruta al día. Una de las estrategias que puedes seguir es la de dejar la elección en manos de tu hijo, o que él crea que ha sido así, dándole la opción de seleccionar sus frutas o verduras favoritas en el supermercado. Otra opción de hacer que sienta atracción por estas comidas que muchos niños repelen es preparar un batido para la merienda, compuesto por frutas y verduras. También puedes sustituir la carne por verduras en platos como la lasaña o incluso en los ingredientes de las pizzas.

  • A tope con la actividad física

Los expertos coinciden en que los niños necesitan 60 minutos de ejercicio físico todos los días. Es algo que también lo podéis hacer en familia (caminatas o paseos en bicicleta), sin olvidar que los cursos extraescolares de natación, fútbol o ballet también están disponibles, para que a su vez se relacione con otros niños y tenga un aliciente para practicar esos deportes. Lo importante es que pasen el menor tiempo posible frente al televisor o el ordenador comiendo chucherías, galletas o platos de comida rápida y poco saludable.

Si realizas estos cambios y tu hijo aún no pierde peso después de unos meses, es posible que debas hablar con un profesional de la salud especializado en la pérdida de peso para niños. Puede servir de guía para el control de peso de los más pequeños, y tal vez te pueda aconsejar acerca del suplemento alimenticio más apropiado para tu hijo, en caso de que el médico valore que lo necesita.

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