Los flavonoides son diversos compuestos que se encuentran naturalmente en muchas frutas y verduras. Además, los puedes encontrar en otro tipo de productos vegetales como el vino, el té y el chocolate. De hecho, existen hasta seis tipos diferentes de flavonoides que provienen de distintos alimentos, y el cuerpo se encarga de descomponerlo de manera diferente.
Una de las propiedades más destacadas de los flavonoides es su actividad antioxidante, ideal para proteger al organismo ante el daño oxidativo causado por los radicales libres. Por lo tanto, incorporar flavonoides en tu dieta puede ser una manera eficaz y sencilla de promover el mantenimiento saludable de tu cuerpo en general, además de ayudar a reducir el riesgo de ciertas condiciones de salud crónicas.
A rasgos generales, los flavonoides están indicados para ayudar a regular el sistema celular y a combatir los radicales libres que causan estrés oxidativo en el cuerpo. En términos más simples, contribuyen al buen funcionamiento del cuerpo, protegiéndote de las toxinas y los factores estresantes cotidianos.
Esto significa que los flavonoides destacan principalmente por su poder antioxidante. Los antioxidantes ayudan al cuerpo a combatir moléculas potencialmente dañinas que pueden introducirse en el organismo. Estos son producidos de manera natural, pero también los podemos encontrar en alimentos y suplementos alimenticios, desde el chocolate amargo, hasta las legumbres o una larga lista de frutas y verduras.
Por otra parte, cabe añadir que la inflamación es una de las respuestas inmunes de tu cuerpo, contra la que también actúan los flavonoides. Los alérgenos, gérmenes, toxinas y otros irritantes pueden desencadenar una inflamación que provoca síntomas incómodos, por lo que la acción antiinflamatoria de los flavonoides contribuye a la reducción de algunos de los síntomas.
Es cierto que una dieta equilibrada y rica en nutrientes suele proporcionar todos los flavonoides que una persona necesita. No obstante, algunas personas recurren a la suplementación segura y de calidad para aumentar su ingesta de flavonoides. Esto se debe a que no todos los cuerpos absorben de igual manera los nutrientes y a muchos otros factores que nos pueden llevar a tomar suplementos alimenticios, con la aprobación de un profesional de la salud.
Estos son algunos de los suplementos de flavonoides disponibles en tu herbolario de confianza:
Se trata de un flavonoide con propiedades antioxidantes y con una gran capacidad para ejercer muchos efectos beneficiosos para la salud general. Sin ir más lejos, los suplementos de quercetina contribuyen a la protección contra diversas enfermedades como la osteoporosis, el cáncer de pulmón y algunas enfermedades cardiovasculares.
Las investigaciones sugieren que la curcumina puede ayudar en el tratamiento de afecciones oxidativas e inflamatorias, síndrome metabólico, artritis, ansiedad e hiperlipidemia. Por otra parte, este componente natural interviene en el alivio del dolor muscular, especialmente en personas que practican ejercicio físico de alta intensidad, ya que puede mejorar la recuperación y el rendimiento posterior.
En este caso estamos ante una combinación de principios activos del cardo mariano. Su efecto sobre el control metabólico, el estrés oxidativo y las enzimas hepáticas han hecho que este componente haya sido estudiado y recomendado por profesional de la materia en las últimas décadas. De hecho, la silimarina también podría ayudar a prevenir el deterioro de las células hepáticas.
Varias investigaciones han demostrado que los suplementos a base de extracto de té verde pueden promover la pérdida de peso, la regulación del azúcar en sangre y la recuperación del ejercicio, entre otros beneficios probados. Es un producto fácil de encontrar en tiendas especializadas y herbolarios, se distribuye en forma de cápsulas, líquido o en polvo.
También destaca por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, encargados de proteger al cuerpo de diversas enfermedades. La rutina se usa comúnmente para apoyar el envejecimiento saludable de la piel o las infecciones de las vías respiratorias. Es una hierba medicinal que presenta un efecto sinérgico con la vitamina C y otros bioflavonoides.
Tal y como hemos adelantado al comienzo del artículo, existen varios subtipos de flavonoides y sus fuentes alimenticias varían según el grupo. Los analizamos a continuación:
Este es el subgrupos más grande, con más de 6.000 tipos, entre los que se incluyen compuestos de kaempferol, quercetina, miricetina y fisetina. Así mismo, los flavonoles se encuentran en varias frutas y verduras (col rizada, lechuga, tomates, manzanas, uvas y bayas). Por su parte, los flavanoles también se conocen como flavan-3-oles y se pueden encontrar en frutas como plátanos, melocotones y peras.
Se trata del pigmento principal de las flores de color crema y los copigmentos de las flores azules, aunque las flavonas también se encuentran en las hojas y los cuerpos fructíferos de las plantas. Las fuentes alimenticias incluyen perejil, tomillo, apio, pimientos picantes y aceitunas verdes, por ejemplo.
Se encuentran en todas las frutas cítricas, desde naranjas hasta limones o uvas. En su composición destacan los compuestos hesperidina, naringenina, diosmina y eriodictiol. Las flavanonas están relacionadas con varios beneficios para la salud debido a sus propiedades antioxidantes, ideales para ayudar a eliminar los radicales libres.
También conocidas como isoflavonoides, se encuentran en la soja y otras legumbres. Cabe destacar que las isoflavonas pueden ayudar a combatir muchas enfermedades, gracias a la presencia de fitoestrógenos, como la genisteína y la daidzeína.
Las antocianinas son pigmentos que se encuentran en plantas, flores y frutos. Los más comunes son cianidina, delfinidina, malvidina, pelargonidina y peonidina. Se encuentran en las capas celulares externas de frutas como arándanos, grosellas negras, frambuesas, fresas, algunas uvas y moras.
Los flavonoides son conocidos por sus beneficios para la salud. Tienen propiedades que inhiben la oxidación, reducen la inflamación y previenen mutaciones genéticas. Además, son conocidos por su capacidad para ayudar a regular las funciones de las enzimas celulares. Estas propiedades tienen efectos beneficiosos que enumeramos en los siguientes párrafos:
¿Sabías que las enfermedades cardiovasculares se consideran la principal causa de muerte en todo el mundo? Es más, la presión arterial alta aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas. Los polifenoles y flavonoides pueden ayudar a que el riesgo de este tipo de enfermedades disminuya. Estos se encuentran en una amplia variedad de plantas, incluidas frutas y verduras, y contribuyen al tratamiento de enfermedades cardíacas y presión arterial alta.
Además, los flavonoides aportan propiedades antioxidantes, ideales para ayudar a reducir la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad, como el LDL (conocido como “colesterol malo”), y mejorar los perfiles de lípidos. Por otra parte, los flavonoides intervienen en la vasodilatación, es decir, la dilatación de los vasos sanguíneos. Por lo tanto, ahora ya sabes que puedes proteger la salud de tu corazón con alimentos y suplementos ricos en flavonoides.
Los niveles elevados de glucosa en sangre o el aumento de la resistencia a la insulina puede provocar la temida diabetes. El consumo de alimentos ricos en flavonoides regula la digestión de carbohidratos, la señalización y secreción de insulina, la absorción de glucosa y los depósitos de grasa.
En este caso, los flavonoides se dirigen a moléculas que mejoran la proliferación de las células beta, promueven la secreción de insulina, reducen la apoptosis y mejoran la hiperglucemia al regular el metabolismo de la glucosa en el hígado. Sin ir más lejos, un estudio de 200.000 personas evaluó el vínculo entre la ingesta dietética de flavonoides y sus subclases y la diabetes tipo 2. Esta investigación demostró que consumir más antocianinas de manzanas, arándanos y peras podría ayudar a reducir el riesgo de diabetes.
Además, la investigación ha determinado que los flavonoides pueden tener un papel importante frente a enfermedades cardiovasculares, osteoartritis, enfermedad de Parkinson, colitis, dolor por cáncer, artritis y dolor neuropático, debido a su poder antiinflamatorio, su efecto analgésico y sus propiedades antioxidantes.
En general, los flavonoides bloquean muchas proteínas reguladoras celulares como las citoquinas y los factores de transcripción. Esto da como resultado una respuesta inflamatoria celular reducida y la disminución del dolor crónico.
La acción antiviral de los flavonoides puede actuar en diferentes etapas de la infección viral. Se trata de un componente que impide la entrada del virus a las células huésped, incluso modificando su estructura y regulando el sistema inmunológico para reducir la carga viral.
Por último, volviendo a las propiedades antiinflamatorias de los flavonoides, los investigadores señalan que pueden ayudar al cerebro al brindar protección a las células cerebrales.
Los estudios en animales muestran que los flavonoides bloquean la acumulación de placa beta-amiloide en el cerebro, un signo de la enfermedad de Alzheimer. Así mismo, estos pueden aumentar el flujo sanguíneo al cerebro, lo que proporciona beneficios dobles tanto para el sistema cardiovascular y para la función cerebral.
A lo largo de este post has podido comprobar que son muchos los beneficios para la salud asociados con los flavonoides. Muchos de ellos tienen poder antioxidante, lo que ayuda a neutralizar los átomos dañinos del cuerpo conocidos como radicales libres. Asimismo, algunas investigaciones sugieren que los flavonoides pueden tener utilidad en la prevención y el tratamiento del cáncer.
En resumen, los flavonoides son un grupo de compuestos naturales que se encuentran en frutas, verduras y otras plantas. Las propiedades antioxidantes de estos son vitales en la investigación sobre sus posibles efectos beneficiosos para la salud.
Actualmente se están llevando a cabo diversos estudios sobre los posibles beneficios del consumo de flavonoides, pero ya son un componente importante en muchos medicamentos, investigaciones médicas y complementos nutricionales seguros y de calidad. De todos modos, es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de realizar cualquier cambio en tu dieta o incorporar nuevos alimentos o suplementos en ella.
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