La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y tiene muchas funciones importantes, incluida la de servir como barrera contra amenazas biológicas, químicas y físicas. Además, la piel contribuye al mantenimiento del equilibrio hídrico y electrolítico, ayudando también con la regulación de la temperatura corporal.
Por lo tanto, mantener una piel sana no solo se limita a tener un aspecto espléndido, que también puede ser importante en algunos aspectos, sino en proteger nuestro cuerpo y optimizar nuestra salud en general.
Las vitaminas y los minerales impactan en la salud de la piel de varias maneras, lo que interviene en el mantenimiento de la belleza. De hecho, algunas vitaminas actúan como antioxidantes que protegen contra el daño de los radicales libres, lo que participa en la protección de la piel contra los efectos negativos de la radiación ultravioleta (UV), por ejemplo.
Por otro lado, ciertos suplementos alimenticios del ámbito de la nutricosmética están elaborados a base de ingredientes de origen natural que aportan propiedades beneficiosas de cara a la curación de heridas o la hidratación general de la piel. Muchos de estos productos incluyen las siguiente vitaminas:
No solo contribuye a fortalecer los huesos, sino también desempeña un papel importante en la protección contra el cáncer de piel. Diversos estudios han señalado que los niveles adecuados de vitamina D ayudan a reducir el riesgo de melanoma, mientras que los niveles bajos de vitamina D se asocian significativamente con un mayor riesgo de este.
La piel produce vitamina D cuando se expone al sol, pero su cantidad no siempre es suficiente, por lo que puedes evitar cualquier tipo de deficiencia mediante la suplementación, consultando con anterioridad con un profesional de la salud para que te asesore sobre la mejor vitamina D para tu caso específico. Entre las fuentes naturales que contienen esta vitamina destacan los pescados grasos, el hígado de res, las yemas de huevo y los champiñones, por ejemplo.
Es un antioxidante que protege la piel del daño ultravioleta e interviene en la síntesis de colágeno. Este es muy importante para la elasticidad de la piel. Debes saber que, aparte de los suplementos alimenticios, las frutas y verduras son las mejores fuentes de vitamina C (cítricos, pimientos rojos, kiwis, brócoli, fresas, coles de Bruselas, etc.).
Por otra parte, los fumadores, las personas que padecen malabsorción y aquellas con enfermedades crónicas o quienes siguen una dieta limitada corren mayor riesgo de sufrir insuficiencia de vitamina C. En este casos, es preferible hablar con tu médico sobre la posibilidad de tomar un suplemento rico en vitamina C.
Estamos ante otro poderoso antioxidante que protege la piel del daño de los radicales libres causados por la radiación ultravioleta, la contaminación y el tabaquismo. Además, desempeña un papel en la síntesis de colágeno y elastina, ayuda a proteger la capa superior de la piel y reduce el desarrollo de enrojecimiento por la exposición a los rayos UV.
La vitamina E se encuentra en muchos alimentos, como frutos secos, semillas y aceites vegetales. Las verduras de hojas verdes y los cereales fortificados también son buenas fuentes.
También conocida como nicotinamida o niacinamida, es una forma de niacina que se utiliza a menudo en productos de belleza o para el cuidado de la piel. Es más, la vitamina B3 ayuda a mejorar la función barrera de la dermis al aumentar la producción de ceramidas, un tipo de lípido que ayuda a mantener la piel hidratada y protegida.
Esta vitamina también puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de piel. En un estudio, la suplementación oral de B3 redujo la incidencia de nuevos cánceres de piel de células escamosas y de células basales en un 23% en personas con alto riesgo de este tipo de cáncer. Alimentos como carne de res, aves, pescado, nueces, semillas, legumbres y cereales incorporan nicotinamida.
La puedes encontrar en forma tópica u oral, en ambos casos estarás ante la vitamina más potente para la salud de la piel. La vitamina A promueve la renovación celular, interrumpe el proceso que descompone el colágeno, ayuda a prevenir el daño solar y regula la producción de grasa, lo que, a su vez, puede mejorar el acné.
La vitamina A también contribuye a igualar la pigmentación de la piel y brindar mayor brillo, reforzando su aspecto saludable y belleza. Respecto a las mejores fuentes alimenticias de esta vitamina podemos encontrar hígado, pescado, huevos, productos lácteos y verduras de color naranja y amarillo (boniato, calabaza, zanahorias, melón, etc.).
En este caso no se trata de una vitamina, sino de uno de los minerales más importantes para la piel. Sus propiedades antiinflamatorias contribuyen al alivio de los síntomas de afecciones de la piel como la rosácea, el acné, el eccema y la dermatitis.
Además, si se usa el óxido de zinc de manera tópica puede ayudar a proteger contra el daño de los rayos UV, la principal causa del envejecimiento. Debes saber que la carne, el pescado y el marisco se encuentran entre las fuentes alimenticias más ricas en zinc, siendo las ostras uno de los ingredientes estrella, junto a huevos, productos lácteos, frijoles y frutos secos.
Los multivitamínicos y probióticos son un buen punto de partida para cualquier persona que se está iniciando en el mundo de los suplementos nutricionales. Por ejemplo, si te preocuparan los signos del envejecimiento puedes usar un suero de retinol o un producto a base de vitamina A. Además, debes saber que los probióticos están en auge y sus beneficios no se limitan al intestino.
Los probióticos se usan comúnmente para apoyar la salud intestinal, lo cual es importante para una piel sana. La disbiosis, un desequilibrio en la comunidad de microbios que vive en el intestino, puede provocar problemas cutáneos importantes. De hecho, se relaciona con afecciones vinculadas a la piel, como el acné y la rosácea.
Los suplementos probióticos pueden ayudar a restablecer el equilibrio saludable de las bacterias intestinales y podrían ser de utilidad ante afecciones como el acné y la dermatitis. Igualmente, si no tienes ninguna afección cutánea, pero te interesa apoyar su intestino para mejorar la apariencia de tu piel, es importante comprender que los suplementos probióticos no son apropiados ni necesarios para todos, por lo que deberías consultar con tu médico.
La nutricosmética es la “ciencia” que está detrás de los suplementos de belleza, ideales para promover una piel sana, un cabello brillante y unas uñas fuertes. A continuación, analizamos cuáles son las pautas a seguir para beneficiarte de este tipo de productos naturales:
Habitualmente se distribuyen en forma de perlas o cápsulas, aunque el campo de la nutricosmética también incluye cremas y otros productos de uso tópico. Todos ellos brindan beneficios reales para garantizar que tu piel haga bien su trabajo. La piel no se diferencia de cualquier otro órgano del cuerpo que requiere nutrientes para funcionar. Debes saber que las células de la piel se desarrollan internamente a nivel dérmico, donde van los nutrientes cuando los ingieres, apuntando a la raíz de la salud de la piel.
Es importante controlar la inflamación de la piel en particular y del organismo en general, ya que esta suele ser la causa principal del envejecimiento en todas sus formas. Esto incluye el envejecimiento de la piel, que se manifiesta en forma de degradación del colágeno, hiperpigmentación, arrugas, enrojecimiento, acné y pérdida de elasticidad.
Es fundamental controlar los radicales libres que pueden generar estrés oxidativo, por lo que una dieta rica en antioxidantes puede ser una buena opción, acompañada a veces por la suplementación adecuada. Esto podría mejorar la textura y la elasticidad de la piel, incluso intervenir en la disminución de la hiperpigmentación y el rejuvenecimiento de la piel.
Algunos nutracéuticos que han demostrado clínicamente que ayudan con la salud de la piel simplemente no se consumen en nuestra dieta, o la dosis terapéutica es difícil de alcanzar solo con alimentos. Por ejemplo, el licopeno es un caroteno muy eficaz que se ha demostrado clínicamente que ayuda a proteger contra el sol, entre otros beneficios. Sin embargo, necesitaríamos ingerir varios kilos de tomates para obtener la cantidad de licopeno necesaria para tener un efecto medicinal.
Por su parte, el aceite de krill también tiene muchos beneficios para la hidratación de la piel y para reducir la inflamación, pero no es algo que consumimos en nuestra dieta de manera regular.
Probablemente los nutricosméticos no estén destinados a reemplazar las cremas y sueros existentes para el cuidado de la piel. Estos últimos actúan especialmente sobre la epidermis de la piel, mientras que la nutricosmética actúa directamente sobre la dermis. Por lo tanto, al usar ambos, estás tratando las capas internas y externas de la piel logrando los mejores resultados.
Ten en cuenta que podría pasar algún tiempo antes de que veas los resultados. Recuerda que se necesitan algunos ciclos cutáneos para notar un cambio y eso se debe a que los suplementos actúan en los niveles inferiores de la piel. Por lo tanto, se recomienda comenzar la rutina de suplementos para la piel de manera sencilla, para comprobar si el producto funciona, ya que los resultados pueden variar dependiendo del tipo de piel. Incluso es posible que tengas que probar un par de productos para ver cuál se adapta mejor a tus necesidades. Una vez más, es preferible que consultes con un profesional de la salud antes de recurrir a cualquier tipo de suplementación o cambio en tu rutina.
Mantener una piel sana y brillante es una prioridad para muchas personas, razón por la cual la industria del cuidado de la piel está en auge en todo el mundo.
Tal y como hemos avanzado en los párrafos anteriores, seguir una dieta saludable rica en alimentos nutritivos es clave para el mantenimiento de una piel sana. Además, los suplementos que incorporan vitaminas, minerales y ácidos grasos como el aceite de pescado pueden ayudar a mejorar la apariencia de tu piel.
Los suplementos de colágeno se encuentran entre los más populares para quienes desean una piel más sana. Los científicos aún están investigando sus beneficios en el campo de la belleza, pero existe evidencia de que pueden ayudar a mejorar ciertos aspectos de la salud de la piel, incluida la profundidad de las arrugas, la elasticidad y la hidratación.
Debes saber que la suplementación a base de colágeno no es milagrosa ni va a suponer una fuente de juventud. No obstante, tomar colágeno con regularidad podría ayudar a mejorar ciertos aspectos de la salud de la dermis.
Los ácidos grasos omega-3 no solo contribuyen a mejorar la salud del corazón y aliviar el dolor en las articulaciones, sino también tienen un papel importante en el funcionamiento de la piel. De hecho, su deficiencia podría afectar negativamente a la dermis, incluso provocando enfermedades cutáneas.
Las investigaciones sugieren que los suplementos de omega-3 pueden beneficiar a quienes padecen afecciones de la piel como dermatitis atópica, psoriasis, acné y úlceras cutáneas.
Se trata de una vitamina B que interviene directamente en el aspecto saludable del cabello, la piel y las uñas. La deficiencia de biotina es poco común y los suplementos de biotina no suelen ser necesarios para personas generalmente sanas que mantienen una dieta equilibrada. Esto se debe a que varios alimentos, como los huevos y la avena, contienen biotina y las bacterias intestinales también la producen.
Sin embargo, has de saber que los suplementos de biotina también apoyan el metabolismo de los macronutrientes y favorecen el mantenimiento regular del sistema nervioso, ya que se trata de una vitamina del grupo B.
Las multivitaminas pueden ser útiles para las personas que no obtienen suficientes micronutrientes a través de su dieta. Así mismo, algunas investigaciones sugieren que los suplementos que contienen mezclas de vitaminas, minerales y otros ingredientes pueden ayudar a mejorar los problemas comunes de la piel, como la sequedad y la opacidad.
Tomar un suplemento multivitamínico también podría mejorar la apariencia de la piel en personas que presentan insuficiencias de ciertos nutrientes que afectan la salud de la piel, como la vitamina C, la vitamina A, ciertas vitaminas B y el zinc.
Numerosos estudios han demostrado que suplementos como el colágeno, la vitamina C y las multivitaminas pueden ayudar a mejorar ciertos aspectos de la apariencia de la piel, como la hidratación y las arrugas. Por su parte, los probióticos y los omega-3 podrían ser útiles para personas con afecciones como el acné.
En resumen, si estás interesado en cuidar el aspecto de tu piel desde adentro hacia afuera, en primer lugar, debes concentrarte en seguir una dieta rica en nutrientes y alimentos vegetales como frutas y verduras. No olvides mantenerte hidratado, dormir lo suficiente, evitar el tabaco y el alcohol. Si a estos hábitos saludables le añades una suplementación segura podrás optimizar tu belleza.
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